domingo, 1 de febrero de 2015

Carta de Presentación del Presidente de la Asociación Alfonso Fraile


Los tiempos han cambiado, la cultura y el disfrute del vino no solo pertenece a una cierta clase social, los restaurantes también se valoran por su mejor o peor carta de vinos y por el servicio que se da al cliente. Todo ello ha obligado a que la figura del sumiller se haya profesionalizado. Las numerosas escuelas para su formación y la ampliación de cometidos profesionales, revelan el creciente interés del sector hostelero y vitivinícola por su desarrollo. Hoy, un buen sumiller debe tener conocimientos especializados no solo de vinos, sino de bebidas y  gastronomía. Además de dominio de la cata, debe tener habilidades de comunicación, gestión,  selección y  servicio del vino, y del maridaje con las comidas. Su principal cometido es el adecuado servicio del vino en la restauración o locales especializados que venden vino, y el asesoramiento al cliente, además de la selección de los vinos y gestión del stock de la bodega. Sin duda, el cliente es la parte más importante del servicio, pues de ello depende el reconocimiento de su profesionalidad e imagen del establecimiento. El papel del sumiller está a medio camino entre consejero, aliado y filtro para asesorar al cliente. Siempre decimos que el sumiller es también un vendedor porque debe adaptarse a la comida, a un presupuesto y saber cuánto quiere gastarse un cliente.   ¿Cómo reconocer a un buen sumiller? Su marca personal es la carta de vinos, su manera de actuar en la sala denota su estilo y el lenguaje su personalidad. Un buen sumiller es el que sabe escuchar y observar. Recordamos a los buenos sumilleres por su buen servicio, intervenciones medidas y empatía con el comensal.   Como eslabón entre producción y consumo directo, el sumiller es transmisor del conocimiento de la cultura del vino y, como tal, forma parte de la gastronomía. En un restaurante, el sumiller representa la vinculación entre cocina, vino y cliente porque, en definitiva, la sala es el escenario de la experiencia gastronómica.

Somos una Asociación sin ánimo de lucro que se mantiene de las cuotas de sus asociados y que permiten tener una regularidad de actos y actividades. No nos conformamos con lo bueno, queremos lo mejor; además tenemos el firme propósito de hacerte partícipe de ello. Aquí empieza tu viaje: descubre, aprende, disfruta. 

Alfonso Fraile

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos encanta que dejes un comentario, pero procura no lo hacerlo como anónimo