Los tiempos han cambiado, la cultura y el disfrute del vino no solo pertenece a
una cierta clase social, los restaurantes también se valoran por su mejor o peor
carta de vinos y por el servicio que se da al cliente. Todo ello ha obligado a que
la figura del sumiller se haya profesionalizado. Las numerosas escuelas para
su formación y la ampliación de cometidos profesionales, revelan el creciente
interés del sector hostelero y vitivinícola por su desarrollo.
Hoy, un buen sumiller debe tener conocimientos especializados no solo de
vinos, sino de bebidas y gastronomía. Además de dominio de la cata, debe
tener habilidades de comunicación, gestión, selección y servicio del vino, y del
maridaje con las comidas. Su principal cometido es el adecuado servicio del
vino en la restauración o locales especializados que venden vino, y el
asesoramiento al cliente, además de la selección de los vinos y gestión del
stock de la bodega. Sin duda, el cliente es la parte más importante del servicio,
pues de ello depende el reconocimiento de su profesionalidad e imagen del
establecimiento. El papel del sumiller está a medio camino entre consejero,
aliado y filtro para asesorar al cliente. Siempre decimos que el sumiller es
también un vendedor porque debe adaptarse a la comida, a un presupuesto y
saber cuánto quiere gastarse un cliente.
¿Cómo reconocer a un buen sumiller? Su marca personal es la carta de vinos,
su manera de actuar en la sala denota su estilo y el lenguaje su personalidad.
Un buen sumiller es el que sabe escuchar y observar. Recordamos a los
buenos sumilleres por su buen servicio, intervenciones medidas y empatía con
el comensal.
Como eslabón entre producción y consumo directo, el sumiller es transmisor
del conocimiento de la cultura del vino y, como tal, forma parte de la
gastronomía. En un restaurante, el sumiller representa la vinculación entre
cocina, vino y cliente porque, en definitiva, la sala es el escenario de la
experiencia gastronómica.
Somos una Asociación sin ánimo de lucro que se mantiene de las cuotas de
sus asociados y que permiten tener una regularidad de actos y actividades.
No nos conformamos con lo bueno, queremos lo mejor; además tenemos el
firme propósito de hacerte partícipe de ello.
Aquí empieza tu viaje: descubre, aprende, disfruta.
Alfonso Fraile
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos encanta que dejes un comentario, pero procura no lo hacerlo como anónimo